Desde que se levantaron las restricciones impuestas por la pandemia, Europa ha experimentado un aumento en el turismo, con millones de personas visitando algunos de los destinos más atractivos, como Venecia, Barcelona o París. El gran número de visitantes ha resultado ser un desafío para las ciudades, creando aglomeraciones, afectando a la población local, al desarrollo urbano e incluso a los ecosistemas naturales que rodean las áreas urbanas. Con el fin de limitar este flujo, algunas de estas localidades están tomando diversas medidas para abordar la sobrepoblación y los problemas sociales e infraestructurales. Estas medidas incluyen multas, tarifas de entrada y sistemas de franjas horarias para imponer ciertas restricciones.
Venecia, Italia
En 2022, las autoridades de Venecia anunciaron la introducción de un nuevo sistema de franjas horarias para controlar el exceso de turismo, obligando a los visitantes a registrarse con anticipación y pagar una tarifa de entrada para poder ingresar a la ciudad. El sistema no limitaría el número de visitantes, pero el valor de entrada aumentaría si se alcanza una cierta cifra de individuos en un día determinado. Sin embargo, a finales de año, las autoridades han anunciado que la fecha de inicio del sistema ha sido pospuesta. Recientemente, la UNESCO ha recomendado que Venecia sea agregada a la lista de Sitios del Patrimonio Mundial en Peligro debido al daño "irreversible" causado por el exceso de turismo, la sobreurbanización y el aumento del nivel del mar.
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¿Por qué viajamos?Amsterdam, Países Bajos
En julio, el municipio de Ámsterdam anunció una prohibición de la entrada de cruceros a la ciudad. Con más de 100 cruceros de gran escala arribando diariamente a la ciudad, estos se han convertido en un símbolo de los problemas producidos por el turismo masivo. La medida tiene como objetivo reducir el número de turistas que ingresan a la ciudad, el cual supera los 20 millones anualmente, y alinearse con las ambiciones sostenibles de la ciudad, frente a la reducción de la contaminación. Un estudio de 2021 confirma que la restricción podría reducir significativamente los niveles de contaminación en el aire, ya que se ha descubierto que un crucero produce la misma cantidad de óxidos de nitrógeno en un día que 30.000 camiones.
Atenas, Grecia
En un anuncio reciente, las autoridades de Grecia decidieron introducir un sistema de franjas horarias para reducir la sobrepoblación en uno de sus sitios históricos más famosos, la Acrópolis. Con más de 17.000 personas visitando el sitio diariamente, ésta se considera una de las atracciones más buscadas en Europa. Según el "Greek repórter", se espera que el número anual de visitantes supere los 30 millones, sobrepasando en más de tres veces la población del país. Las nuevas medidas tienen como objetivo crear una forma más segura de llegar y conocer los monumentos en condiciones de temperaturas en aumento. El sistema de franjas horarias se acompaña de puntos de entrada rápidos para grupos grandes, venta de boletos electrónicos y medidas para proporcionar sombra y agua a los turistas.
Paris, Francia
El Ministerio de Turismo de Francia ha anunciado una campaña a nivel nacional para motivar a los visitantes a descubrir atracciones menos populares dentro del país, con el fin de aliviar la presión sobre los sitios más venerados, como París, ciudad que espera recibir 37 millones de turistas este año, o la abadía de Mont-Saint-Michel en Normandía. La ciudad de París ya se enfrenta a una escasez de viviendas debido a que los propietarios prefieren alquileres de corto plazo con altos ingresos gracias a turistas, frente a inquilinos de largo plazo. Las atracciones ubicadas en un entorno natural, como la famosa playa de Etretat en el Canal, también esperan disminuir el número de visitantes, ya que el flujo pisotea y erosiona los acantilados y pone en peligro las estructuras naturales.